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PINUS HALEPENSIS

Familia: Pinaceae

Nombre Común: Pino Halepensis.

Origen: Árbol originario de la cuenca mediterránea.

Características: Árbol de hoja perenne, llamada acícula. Pertenece al orden de las coníferas, por su fruto en la naturaleza en forma de cono. De ramas y corteza grisáceas. Muy resistente a las áridas condiciones. A nivel de raíz, se asocia con hongos formando las conocidas micorrizas, mejorando así la absorción de nutrientes.

Ubicación: Debe cultivarse en el exterior a pleno sol durante todo el año.

Abonado: Primavera y otoño. Es preferible la utilización de abonos orgánicos, que favorecen y preservan las micorrizas.

Riego: Precisan de un riego controlado. Un exceso del mismo, sobre todo si el sustrato no drena suficientemente bien, es fatal para la vida de las micorrizas. Éstas son unos hongos cuyas raíces (hifas) actúan en simbiosis con las del pino, ayudándole a absorber elementos minerales del suelo, como el fósforo.

Sustrato: Utilizar sustrato a base de graba volcánica 70% y pomice a 30% o  akadama a 50% y Kiryuzuna a 50%.

Transplante: Durante el comienzo de la primavera, cada 3 ó 5 años, justo un poco antes de que comience la brotación del año, cuando los brotes están hinchados. 

Poda y Alambrado: La poda se realiza en los meses más fríos del año. Siempre que podemos, hemos de dejar agujas y yemas en la rama, de lo contrario ésta se secará.

El pinzado se efectúa durante el alargamiento primaveral de las velas. Primero frenaremos la más fuertes, rompiéndolas con los dedos, dejando sólo 1/3 de la vela. Las medianas las romperemos por la mitad. De las débiles tan sólo eliminaremos 1/3, y sin son muy débiles no las tocaremos. Esto debemos hacerlo antes de que desplieguen las acículas.

Preferiblemente con alambre de cobre, ya que debe permanecer mucho tiempo en el árbol porque se trata de una especie muy flexible.

Pino Halepensis.jpg
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